Un estudio ha identificado una asociación inversamente proporcional entre estrés y memoria de trabajo, lo que demuestra que los bajos niveles pueden ser beneficiosos
En el complejo panorama de la neurociencia, el estudio de las interacciones entre el estrés y la cognición desempeña un papel crucial para comprender la mente humana. Recientemente, investigadores del Proyecto Conectoma Humano, iniciativa lanzada en 2010 por los Institutos Nacionales de Salud (NIH) de los Estados Unidos con el objetivo de mapear el cerebro, llevaron a cabo una investigación profunda sobre cómo diferentes niveles de estrés influyen en la memoria de trabajo, una función cognitiva esencial para el procesamiento de información en tareas complejas.
Los participantes del estudio demostraron una asociación inversamente proporcional entre el estrés y el rendimiento de la memoria de trabajo, según los resultados publicados en la revista científica Neuropsychologia. En situaciones de estrés bajo a moderado, demostraron mayor éxito en las tareas de memoria de trabajo, acompañadas de una alta activación neural relacionada con esta función cognitiva.
El estrés psicosocial surge de las interacciones de un individuo con su entorno social y de la forma en que percibe esas interacciones. El fenómeno puede ser desencadenado por diversos factores, como problemas de relaciones, cuestiones laborales, dificultades financieras o grandes cambios en la vida. Esta forma de estrés involucra tanto los estímulos externos como la respuesta interna del individuo a estos estímulos, incluyendo emociones, pensamientos y comportamientos visibles.
Esta experiencia es subjetiva y varía considerablemente de persona a persona, dependiendo de sus mecanismos de afrontamiento, resiliencia y apoyo social. Cuando se vuelve crónica o intensa, puede tener consecuencias negativas para la salud, incluyendo trastornos mentales como ansiedad y depresión, así como enfermedades cardiovasculares y otros problemas físicos.
Investigaciones muestran que el estrés psicosocial tiene un impacto adverso en varias funciones cognitivas a lo largo de la vida, siendo la memoria de trabajo una de las más afectadas. Este sistema cognitivo tiene la función de retener y procesar temporalmente información necesaria para tareas cognitivas complejas, como el aprendizaje, el razonamiento y la resolución de problemas.